
Como usuario, la web social nos da un papel protagonista a los viajeros, tanto para crear y y compartir contenidos como por la autosuficiencia para comprar un viaje. Este hecho conlleva necesariamente una nueva orientación en los contenidos y funcionalidades de los sitios web de viajes para satisfacer las expectativas de los internautas.
Renovarse o morir, las webs corporativas ya no constituyen la única realidad en el mundo digital. Fomentar la participación de los clientes mediante la publicación de sus experiencias del viaje, fotos, vídeos y opiniones... aporta valor a otros internautas que buscan información sobre un producto turístico o un destino y confiere credibilidad. Si está información no está en la web corporativa, siempre la podremos encontrar en otros sitios web.